Si persiguió la sombra tus secretos
y fuiste entre las sombras el sustento,
si su noche tembló sobre tu noche
y fue su calavera un nido fértil
un tintero,
si una sustancia asida a la ternura
se fraguó entre su pecho
ya velero
y tu canto de arena contenida,
puede que al fin la luz
se restituya, si tú, si él…
Puede que el hombre aún
sea un sendero,
una astilla de luz
en las tinieblas.
Si tú, si él, ya sois estrella.
Si tú, si él, nunca habéis muerto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario