Soy clandestina ,
lo dicen mis ojos corredores de leche
alimentando la boca de mi Tierra desnutrida.
Soy clandestina,
me delata un alarido de sed en el desierto,
la soledad del niño bajo la bala asesina.
Soy clandestina,
porque mire tu muerte y recorrí gritando ,
el aire incandescente del sur sudsahariano.
Soy clandestina,
me traicionan mis labios que os ansían vivos,
torrentes devastados trepando hasta mi ombligo.
Quizás seamos todos clandestinos
cuando a lomos de un relámpago encendido
derritamos las armas que siempre les vendimos.
Quizás sea mi pueblo clandestino,
el día en que señale, con un único dedo,
la faz de los piratas que tejen el destino.
Vosotros sois los clandestinos
compradores voraces de Estados corrompidos,
artistas de las guerras fraternales,
saqueadores inmundos
del oro diamantino.
Quizás ,un día
no existan los hombres clandestinos
y el sueño de unos pocos
habrá cobrado forma,
tejido sobre el fuego
del alma de los niños.
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