Hoy me llueve la carne en fiero lloro
me encadena al imperio de su hechura
hoy abruma la carne y su espesura
espejismos de tiempo calcinado
y su dolor, su dolor
siempre a mi lado
acosando con látigos mi espuma
cabalgando en virtud de la inclemencia
sin el dulce permiso de mi rostro
Hoy me habita la carne ,
el pan dormido
en medio de mis dos alas sitiados
crucificados van sobre los hombros
por no saber amar su cercanía
y anidan sus esporas voladoras
circundando la ojiva de mis ojos
esperando en la lágrima cautivas
a que rinda mi viento a los cerrojos.
Hoy la carne me pesa en las rodillas
ese yunque de sueños trepanados
que arrodillarme quiere a esta mentira
donde triunfan,
siempre triunfan los despojos.
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