sábado, 14 de mayo de 2011

Amor deshabitado

Te ocultas,

en la hiel de una sonrisa,

en el páramo absurdo de un silencio,

aborreciendo el cántaro y la espiga

derrumbado en el centro de tus miedos.

Y buscas que te duelan mis ojos

que te hieran mis senos.

Esperas,

un territorio hostil entre mis dedos,

mas yo, siempre he sido y seré

morada y techo, alivio y llama,

dúctil resuello.

No has sabido al final beber tu copa.

Agoniza tu estrella y yo rastreo

cada lágrima azul que ardió en mi boca,

por si acaso al beberla te comprendo.

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