sábado, 14 de mayo de 2011

Amé y me desamé por el camino.

Y sí, amé y me desamé por el camino

recorrí el vientre desolado de noche,

aborté estrellas, alumbré demonios,

criaturas ciegas de mis miedos todos.

Y sí, aborrecí el mundo y

copulé después con sus mañanas,

amanecí vestida y me desnudó la tarde

me dejó tiritando en la esperanza

y en el vientre un muerto, una estocada.

Y sí, extendí el brazo y lo talaron,

mas, me rebrotan manos

en medio de la herida,

arpegios de palabras y labios esenciales.

Y sí, creo que morí y aun sigo muerta,

mas me recorren pueblos ancestrales

milenarios pulsos agolpados,

confinados al borde del aljibe salado

de mis ojos dormidos.

Y sí, después de todo soy y sobrevivo

y conquisto la vida, y os escribo.

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